Patrona Virgen de la Asunción

María, Madre de Cristo y Madre nuestra, es el centro de la devoción del pueblo de Elche, que la venera desde hace siglos en el misterio de su Tránsito y Asunción gloriosa a los cielos. María es Madre de Dios y modelo para la vida humana. En la Asunción de María es exaltado también el valor del hombre, ella nos orienta hacia el destino final. Desde el cielo, la Virgen abre y asegura la esperanza. Desde su altar del camarín, la Mare de Déu acoge las plegarias y peticiones de sus hijos y los cobija bajo los pliegues generosos y seguros de su manto.
La imagen de la Virgen de la Asunción es una talla de tamaño natural que nos presenta a María con las manos juntas en actitud de oración. Aunque se trata de una figura completa, los ropajes y mantos con que es vestida únicamente permiten la visión de su cabeza, manos y pies. Puede exponerse a la veneración de los fieles tanto yacente, como sucede en el Misteri d’Elx, y de pie, sostenida con un soporte metálico oculto bajo sus vestiduras. Su cabeza está recubierta con una toca de tisú de plata y porta una corona imperial con casquete de doble cuerpo con filigranas que simbolizan ángeles, el sol, la luna y otras figuras. El nimbo exterior alterna ráfagas con las doce estrellas y se remata en su parte superior con el escudo de la ciudad de Elche en el cual se posa la paloma del Espíritu Santo. Fue construida por los talleres de orfebrería religiosa David de Valencia en 1940.
La imagen original, según nos relata la tradición local, a la que ya nos hemos referido, apareció en el interior de un arca de madera que flotaba sobre las aguas del mar, en la cercana playa del Tamarit, hoy de la vecina población de Santa Pola, el 29 de diciembre de 1370, según unos autores, o en mayo de 1266, según otros. El arca fue encontrada por el soldado guardacostas Francisco Cantó quien comunicó la noticia al Consejo municipal de Elche. Desplazado éste a la playa, comprobó el hallazgo de la figura, así como de unos documentos manuscritos que la acompañaban y que resultaron ser la consueta o libreto de la Festa o Misterio asuncionista que debía ser celebrado en honor a esta imagen cada año. Aunque en la tapa del arca aparecía la inscripción «Sóc per a Elx», que señalaba claramente el destino de la imagen, vecinos de Alicante y Orihuela enterados de la aparición, quisieron que la figura fuese trasladada a sus respectivas poblaciones. Con el fin de decidir la cuestión sin disputas, se colocó el arca sobre una carreta de bueyes con los ojos vendados y se soltaron los animales en una encrucijada de caminos. La carreta, sin titubeos, emprendió la marcha hacia Elche y no se detuvo hasta llegar a la puerta de la ermita de San Sebastián donde fue depositada la figura mariana. También cuenta la tradición que, concluida la actual iglesia de Santa María y deseosos los ilicitanos de entronizar la imagen de su Patrona en el altar mayor del nuevo templo, fue llevada a éste en varias ocasiones, pero a la mañana siguiente siempre aparecía en su antiguo altar de la ermita. Por fin, reunidos los cabildos civil y eclesiástico de la población, realizaron especiales rogativas para que permaneciera en Santa María como, efectivamente, sucedió desde ese instante.

La primitiva figura de la Virgen desapareció en el mencionado incendio de Santa María del 20 de febrero de 1936. La talla actual fue realizada, a imitación de la anterior, por el escultor valenciano José Capuz Mamano (1884-1964) y sufragada por todos los ilicitanos mediante cuestación popular. El 29 de diciembre de 1940 se representó el hallazgo del arca con la nueva figura de la patrona ilicitana en la playa del Tamarit con el fin de que también esta imagen fuese traída a la ciudad desde el mar. En 1958 fue proclamada Alcaldesa Honoraria por el pleno del Ayuntamiento ilicitano y el 29 de diciembre de 1960 le fueron impuestos los atributos correspondientes que luce en las procesiones: la medalla con el escudo de la población, el fajín verde, también con el escudo de Elche, y el bastón de mando que se coloca entre sus manos.
El 29 de diciembre de 1970, dentro de las celebraciones del VI Centenario de la Venida de la Virgen fue representado de manera extraordinaria el Misterio de Elche. Y a su término, la imagen de la Patrona, colocada de nuevo en el cadafal, fue coronada canónicamente por el obispo de la Diócesis Pablo Barrachina y Estevan, actuando como padrinos el alcalde de la ciudad y su esposa. La Patrona de Elche es sacada en procesión a lo largo del año al menos en tres ocasiones diferentes. El Domingo de Pascua, en la procesión llamada «de las Aleluyas» en la que se representa el encuentro de María con su Hijo resucitado en medio de una constante lluvia de aleluyas o estampas multicolores lanzadas desde balcones y ventanas como señal de alegría. También el 15 de agosto en la procesión que figura ser el entierro de María, portada por los mismos personajes del Misterio asuncionista, procesión que se repite el 1 de noviembre de los años acabados en número par en los que tienen lugar unas representaciones extraordinarias del drama asuncionista. Y, por último, el 29 de diciembre, en la festividad que conmemora su Venida a Elche. También entre el 16 y el 22 de agosto es expuesta la imagen a la veneración de los fi eles en actitud yacente, sobre un gran lecho instalado ante el altar mayor de la Basílica. Además, los días 15 de cada mes, tras la misa vespertina, se abre el camarín a los fieles para que puedan venerar directamente a su Patrona.

Tanto para sus salidas procesionales, como para su exposición en el camarín de la iglesia, la imagen es atendida y ornamentada por las Camareras de la Virgen, institución establecida en Santa María desde, al menos, el siglo XVIII. Estas camareras cuyo cargo es, generalmente, hereditario, se ocupan de vestir la figura mariana, cuidar sus ornamentos y custodiar sus joyas.
A lo largo de la historia la Patrona de Elche ha recibido donaciones y legados de gran valor por parte de sus fieles. Algunos de ellos pueden contemplarse en el Museo de la Virgen de la Asunción. Pero, sin duda, el más importante es el llamado Vínculo del Dr. Caro o Bienes de la Virgen, formado por un conjunto de huertos de palmeras, entre ellos los que forman el Parque Municipal, fincas agrícolas, casas, hilos de agua de la Acequia Mayor, etc. Estas posesiones le fueron legadas por Nicolás Caro (†1666), que fue ordenado sacerdote tras enviudar. En su testamento instituyó un vínculo indivisible con todas sus posesiones y estableció que, en caso de finalizarse su propia línea sucesoria familiar, bien por falta de herederos o bien porque estos fueran religiosos, los bienes pasarían a ser propiedad de la imagen de la Virgen de la Asunción venerada en Santa María. Este hecho se produjo en 1697 al fallecer su nieta Isabel Caro, ya que la única hija de ésta había profesado como monja de clausura. Las rentas anuales que produce este vínculo deben ser destinadas por tercios a sufragios por el alma del doctor Caro, a dignificar los cultos dedicados a la Patrona de Elche y a la conservación de sus ornamentos y capilla. Actualmente tales rentas, exiguas desde la pérdida del valor agrícola de las fincas, son administradas por una junta constituida por el alcalde de la ciudad, el cura párroco de Santa María y un administrador.