Frente a las puertas del Órgano y del Sol, al inicio de la nave, se sitúan sendas pilas de agua bendita, hoy en desuso, de mármol negro. En los muros laterales de la puerta del Órgano, vemos, a la izquierda, una lápida dedicada al arquitecto Marceliano Coquillat y Llofriu por sus trabajos de reparación del templo en los primeros años del siglo XX: «A D. Marceliano Coquillat y Llofriu. Arquitecto. Predilecto ilicitano, a cuyos estudios, desvelos y energías se debe la reparación de este insigne templo. Dedican este recuerdo sus paisanos. 1907». Y a la derecha, una urna sepulcral con los restos de los siervos de Dios, Manuel Vicente Pastor y Magdalena Linares Pastor, esposos ilicitanos, martirizados por su fe en 1936 y 1939, respectivamente, y cuyo proceso de beatificación fue iniciado el 10 de mayo de 2005.
A su lado, junto al arco de entrada al deambulatorio, existe un altar dedicado a San José. Muestra una imagen del santo patriarca que conduce de su mano al Niño Jesús y porta el báculo florido del relato tradicional. Es obra del artista valenciano Salvador Octavio Vicent Cortina y fue tallada en 1952. Junto a la puerta del Sol vemos también una lápida dedicada a otro ilicitano, el arquitecto diocesano Antonio Serrano Peral quien, como hemos indicado, dirigió las obras de restauración del templo tras la Guerra Civil: «Al artífice de la restauración de la Basílica de Santa María, doctor arquitecto Antonio Serrano Peral. El pueblo de Elche agradecido. 1969». Al otro lado de la puerta se ha añadido sobre el muro una inscripción hecha con caracteres de color rojo y presidida por un víctor: «El dieciocho de mayo del año 2001 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad la Festa o Misterio de Elche que se celebra cada año en este templo».
A su lado, de manera simétrica al altar de San José, vemos otro altar similar dedicado al Arcángel San Rafael con Tobías que porta en sus manos el gran pez del relato bíblico. Es obra de los talleres valencianos de Román y Salvador (1950).