La Insigne Basílica de Santa María es la iglesia mayor de la ciudad de Elche. En ella confluyen una serie de especiales circunstancias que le confieren un singular significado para la población.
Por un lado, su valor histórico. La parroquia de Santa María se halla estrechamente vinculada a la comunidad ilicitana desde el nacimiento de ésta al cristianismo en la Edad Media y con ella ha compartido sus avatares históricos y su desarrollo hasta nuestros días. También destaca su aspecto artístico: puede decirse que la actual Basílica representa la principal referencia monumental de la población y, como tal, es uno de los símbolos que la identifican.
Además de sus cultos habituales, esta iglesia es el escenario tradicional de la fiesta comunitaria de la ciudad, de la celebración que la localidad dedica a la Virgen María en su Asunción a los cielos, de la Festa o Misterio de Elche. No en vano el templo alberga entre sus muros la venerada imagen de la Patrona de la ciudad. Ambos hechos hacen de Santa María el principal foco de la religiosidad ilicitana.