Camarín

Si la Basílica de Santa María es el corazón de Elche, el camarín de la Virgen es, sin duda, el alma de la Basílica. Ha concentrado y concentra las miradas y las oraciones de generaciones y generaciones de ilicitanos que buscan en la Virgen de la Asunción el amparo que necesitan. María, la Madre de Jesús, es la que mejor ha cumplido el evangelio de su Hijo, la primera cristiana, la ayuda más importante para los que también quieren seguir a Cristo.

El centro visual y devocional del templo lo constituye el camarín de la Virgen de la Asunción, Patrona de Elche. Se trata de una pequeña estancia construida en madera, situada en el centro de la zona de las tribunas del ábside. Tiene forma de cruz griega y se comunica por sus cuatro frentes a diferentes zonas de la iglesia: su parte delantera o bocaporte está abierto al presbiterio y ocupa la parte central del retablo mayor; su parte posterior comunica con la capilla de la Comunión mediante un pequeño balcón con barandilla de hierro adornada con un monograma mariano; y sus frentes laterales, cerrados por puertas corredizas, sirven de acceso desde las tribunas del templo de la sacristía y del órgano. Los dinteles de los tres últimos accesos descritos están adornados con sendos paneles cerámicos cuyo motivo central es un monograma mariano rodeado de diferentes invocaciones de la letanía lauretana que reproducen motivos ilicitanos. Fueron realizados en los talleres de la familia Pascual-Albarranch de Elche en 2006.
Las paredes interiores del camarín están totalmente recubiertas de maderas talladas y doradas en forma de rocallas, elementos vegetales, jarrones y otros ornamentos que intentan imitar la capilla barroca destruida en 1936. Cuatro de sus paredes han sido decoradas con óleos del pintor ilicitano José Cañizares Botella (1920-1991) quien obtuvo el primer premio en el concurso nacional de pintura organizado en 1965 por el Patronato del Misterio de Elche. Nos muestran el hallazgo de la imagen de la Virgen en la playa del Tamarit, según la tradición local, la romería que trasladó dicha imagen a Elche, la escena del Misterio de Elche del entierro de María y, finalmente, una alegoría de la Asunción y Coronación de la Virgen.
A ambos lados del bocaporte hay colocados dos grandes títulos enmarcados: uno es el del nombramiento de la Virgen de la Asunción como Alcaldesa Honoraria de la ciudad, según acuerdo de la Corporación Municipal del 16 de octubre de 1958; el otro se refiere a la celebración del XXV Aniversario de la Coronación Canónica de la imagen de la Patrona de Elche, llevada a cabo por el obispo de la Diócesis en 1970.

El mencionado bocaporte aparece habitualmente cerrado mediante un cristal. Pero en aquellos momentos en que el camarín está vacío porque la imagen de la Virgen participa en el Misterio o en otras de sus festividades anuales, se cubre el mismo mediante un gran óleo accionado con un mecanismo de contrapesos. Este cuadro muestra en su parte visible desde la nave una reproducción de la propia imagen de la Patrona vestida con el manto denominado «de las Conchas» y coronada con la corona del siglo XVIII. Fue realizado en 1940 por el artista ilicitano Francisco Rodríguez S. Clement.
El camarín recibe luz exterior a través de una pequeña cúpula que se eleva en su centro, rematada con un cupulín que se adorna con una vidriera con la figura del Espíritu Santo. Las pechinas de esta cúpula muestran medallones con los bustos de cuatro personajes realizados por el escultor José Sánchez Lozano en 1954. Representan al doctor Nicolás Caro, presbítero ilicitano que legó sus bienes a la imagen de la Virgen en su testamento de 1666, a S. S. Pío XII, que proclamó el dogma de la Asunción de María el 1 de noviembre de 1950, a San Alfonso María de Ligorio y a San Bernardo de Claraval, santos que dedicaron especial atención a la figura de la Virgen María.
Bajo la mencionada cúpula se levanta un altar cuadrado construido en mármol rojo y adornado en sus cuatro frentes con monogramas marianos de bronce. Sobre este altar, iluminado mediante dos grandes candelabros de bronce dorado y pie de bronce y mármol y adornado con dos jarrones con flores de plata, se eleva un cúmulo cúbico de nubes cincelado en plata, oro y bronce en el que se distinguen también ángeles y querubines, así como un monograma mariano en su parte posterior. Este cúmulo, construido en 1956 por la casa Orrico de Valencia, sirve de peana a la imagen de la Virgen de la Asunción, situada de pie sobre el mismo.